“…le preguntaron á que había venido á las Indias?
Respondió, que á llevar oro, para el remedio de su mujer, y hijos”[1]
“… a la mañana, subieron otra apacible loma desde donde veían hervir la tierra de indios, y al fin de ella dieron con el valle donde ahora está fundado un pueblo de indios llamado Mariquita (¿) y desde allí sin detenerse, a pocas leguas, dieron vista aquel día a las grandes poblaciones que entonces había de Sorocotá que hallaron como en Ubasa, por haberse huido la gente, las casas sin ella y abundantes de maíz, yucas, batatas, de que aquel país abunda por ser tierra templada, y muchas turmas, que son llamadas así por los españoles, por parecerse en su grandeza y color por de fuera a las turmas de la tierra que se hallan en España aunque difieren en mucho: porque de éstas, unas son por dentro amarillas, otras moradas, otras blancas y las mas arenosas(…) Crecen sus ramas hasta dos tercias más o menos, echan unas flores moradas y blancas, extienden sus raíces y en ellas se van criando estas turmas, de que hay grandes sementeras y cosechas, por ser comida familiar a los indios (…) llámanse en el Perú papas. De éstas, pues, y de las demás comidas hallaron allí abundancia, en especial maíz para los caballos.