El hoyo de La Romera, también se conoce como el hoyo de las infieles, era un lugar de paso que utilizaban los indígenas para ir a otros poblados, la leyenda cuenta que también lo usaban como lugar de castigo para mujeres adúlteras, a quienes las lanzaban desde el borde. Muy seguramente de ahí tomó su nombre, como una deformación del supuesto original de hoyo de las rameras.
Existe un chorro de luz que logra colarse por los 15 metros de diámetro que tiene el hoyo y justo donde termina la luz comienza la travesía. Las linternas entran en acción. Al llegar al fondo existe una pequeña gruta donde se dice puede ser el camino que conduce al municipio de Mongui Boyacá a 150 km de distancia