A propósito de la Construcción de la Nueva” Plaza de Mercado prevista para Villa de Leyva, traemos a es- tas páginas, un artículo publicado en la Revista Vida de Leyva, escrito por Ilona Murcia con Fotografías de Fernández Martínez , sus directo- res, publicación que marcó la diferencia en nuestro Municipio .
□ El Mercado en Villa de Leyva.
“ Apenas habrá lugar donde se puedan pasar ratos más divertidos, en dónde se digan cosas más bellas, que en el mercado(...)... Allí es donde se reúnen cada ocho días, las distintas clases de gente que por ley imprescindible, se encaminan desde bien temprano a abastecer- se de los útiles más necesarios para la despensa .(...)”
“Desde el momento en que por cualquier lado se entra a la plaza y se deja uno envolver entre esa multitud que vaga acá y allá en busca de lo mejorcito, ya se empiezan a oír cosas qué harían reír a un alguacil.(...)...
“ Las señoras que por lo regular escogen para ponerse ese día las” sayas “ más sucias, los camisones más destruidos y los zapatos más siniestros , vagan cada cual seguida de su respectiva sirvienta, que cargada con un enorme canasto o
Plaza de mercado - Villa de Leyva hoy
ancho costal , va sufriendo instantáneamente el aumento del peso que ocasiona lo comprado “ 1.... ------------------------------------------
● Este texto de 1866, escrito por Francisco Barrera, describiría a la perfección un sábado cualquiera en la plaza de Mercado de la Villa de Leyva, que es uno de los espacios culturales y comerciales más importantes de la región; original- mente la Plaza Mayor de la Villa , era el espacio del mercado particularmente importante en el siglo 17 y principios del siglo 18, por ser el mayor mercado triguero de Colombia.
Quedan como vestigios del papel de la Villa en la economía Triguera, algunos molinos en el centro histórico y en las veredas y sobretodo, subsiste la panadería Villa Leyvana con productos como la mogolla de cachos o cachona , o los tradicionales besitos de novia.
En la década del 1960 , en el siglo 20 el mercado se trasladó al parque Nariño y posteriormente a su actual localización.
El mercado en Leyva se celebra dos días diferentes de la semana; el tradicional mercado de los sábados a dónde acuden Campesinos de todo Boyacà y Cundinamarca , y el de los jueves que está dedicado a los agricultores locales , que tienen en oferta frutas y vegetales orgánicos y productos como conservas , en- curtidos, quesos de cabra , tomates secos al sol, mermeladas, infinidad de delicias.
Desayunar en la plaza es volver a la infancia , a las raíces .
Doña Tránsito y sus hijas ya venerables matronas, todas rubicundas “ y sonrientes , con manos fuertes y callosas, revuelven las sopas , los cuchucos espesos y los caldos fragantes que se cocinan en las gran- des ollas sobre las fogatas , sus nietas, tiernas niñitas vestidas con los delantales de colores tradicionales, iguales a los de las abuelas, sirven las picadas de fritanga compuesta por pedacitos de longaniza de Sutamarchán , salchichas de color ro- sado fosforescente conocidas en el argot popular como” radioactivas”, rellenas o morcillas, papita criolla, plátano dulce y Costilla de cordero, que es una de las especialidades de la región.
Este plato se acompaña así sean las 7 de la mañana con una pola o un refajo hecho de cerveza y colombiana.
La plaza de Mercado de Villa de Leyva, es un paraíso para los sentidos; un sábado en la mañana , el espacio se engalana con los colores de las frutas que brillan al sol, los olores a hierbas frescas, envuelven al transeúnte al grito de Albahaquita” albahaca” albahaquita”, con los que la Doña ofrece los ramos de hojas verdes y fragantes, que llevan un canasto a juego con la pimienta rosada , sobre una servilleta amarillo tostado.
El Mercado de Villa de Leyva , a la manera del mercado de 1866, es un lugar para divertirse, gozar de la vida de Leyva , allí además de productos alimenticios, se encuentran los puestos de líchigo y batán , “ qué son lugares donde se encuentra de todo. Allí se consigue una buena navaja, un jabón para la suerte, barajas, zapatos usados, ollas de Ráquira , flores, cobijas ecuatorianas decoradas con tigres, pero sobre todo se topa el buen humor de los campesinos, la malicia indígena, el piropo galante, el músico carranguero, en fin , todo aquello que hace de este lugar, uno de los más Auténticos de la Villa.