“Cuentan que en el cerro de la Villa hay una entrada, una cueva que pasa al otro lado. Un viejito vio que se abrió el cerro de Villa de Leyva, el sacerdote estaba diciendo la misa, y el hombrecito se arrodilló con el hijo y el cerro volvió y se cerró; uno cuenta porque le han contado.”
“ En ese tiempo, había un correo que cruzaba por el cerro de Leyva para llevar los mensajes a Tunja; cuando llegaba a la peña, el decía ¡Ábrete Perejiles! y se abría, y el dentraba; al llegar al otro lado, volvía y decía lo mismo y salía a Tunja , a entregar sus cartas o lo que le mandaban.
A lo que ya se venía, volvía y decía ¡ Ábrete Perejiles! y cuando salía, ¡Ciérrate Perejiles! y ahí mismo se cerraba, era un camino de a pié , por el medio de mucho oro y esmeralda y mucho tesoro pero el no tocaba, en ningún momento un tris de oro.
Cuando se trazó la línea del tren de Tunja a Leyva, iban a meterla por el cerro; en Chíquiza, había una casa grande frente a una laja y a lo que llegaban a tomar el trazo, salía un viejo y les decía: por la puerta de mi casa no te dejo cruzar línea; y les mandaba granizada, el aguacero , y no los dejó pasar por ahí; eso me lo contó el difunto Dionisio Rodríguez, que fué fontanero, en la línea, y por eso lo cuento.
(Noé Leví Cortés)
“ Detrás del Sagrado Corazón sale un túnel, los chibchas hicieron ese túnel y se bajaban ahí desde Chíquiza; ellos gastaban como una hora, venían y llevaban su vino, sus hostias, llevaban lo que necesitaban y volvían y salían , y dicen que ahí hay un encanto( (Micaelina Rodero)
Tomado del libro
MEMORIA HISTÒRICA E IMAGINARIOS DE VILLA DE LEYVA
ARANGO-TREJOS-LAGOS /2.000