“ Era Que en Leyva había un puerto,…. ya lo cerraron, era allá detrás de Marmolejo,….. y llegaba la gente y decía: ¡ábrete puertas y perejiles!, se abría la puerta y la persona salía a Tunja. Era aquí arriba esa cueva, por ahí viajaban los indígenas a Tunja, por dentro era iluminada y tenía muchas frutas de oro, mucha cosa de cuidado, pero nadie las podía tocar porque ahí quedaba prendido.
Ahí en Santa Bárbara, en Sora, era una de las compuertas y se volvió una laguna contaban los abuelos.
Los indios cruzaban por ahí, llegaban y decían : ¡ ábrete puerta, ábrete puertas increíbles! Y se mandaban por ahí; pero un día venía un hombrecito por el camino del cerro y se dió mañas de echar el relato “pa” que se abriera la compuerta, ….se adentró y vio qué, a lado y lado del camino había cosas de oro: frutas , maíz…..todos amarillos, brillantes y le dió por cogerlos; y cuando fué a salir la puerta se cerró y ahí quedó: mitad adentro y mitad afuera, y la parte que quedó afuera, se volvió piedra. En luna llena, por el camino de Chíquiza, se puede ver el hombrecito ahí, y desde entonces, se acabó el camino por el cerro porque todo se empezó a irrespetar.”
Tomado del libro
MEMORIA HISTÓRICA E IMAGINARIO DE VILLA DE LEYVA
Arango-Trejos-Lagos.
LEYENDAS Y RELATOS DE LA CLEPXYDRA .