Cuenta la historia que en el principio ya existía la palabra. La palabra estaba con Dios y Dios mismo era la palabra.
Mientras esto pasaba en el cielo, la realidad habitaba en la humanidad de las personas; trayendo caos, desorden de todo tipo, muerte,angustia, odios, desolación y maldad.
La formación cavernosa, ubicada en la vereda Saavedras de Roncancios, es el epicentro de historias ancestrales. Según los relatos, la cueva era el escondite de indígenas Muiscas que huían para escapar del sometimiento español en época de la Conquista. La salida —dice la leyenda—desemboca en el municipio de Vélez, Departamento de Santander. Sin embargo, la veracidad de las historias se ha visto interrumpida por el taponamiento de la entrada a causa de un derrumbe. Este atractivo natural se caracteriza, además, por las rocas de mármol gris que conforman su estructura.
A propósito de la Construcción de la Nueva” Plaza de Mercado prevista para Villa de Leyva, traemos a es- tas páginas, un artículo publicado en la Revista Vida de Leyva, escrito por Ilona Murcia con Fotografías de Fernández Martínez , sus directo- res, publicación que marcó la diferencia en nuestro Municipio .
En el marco de la celebración del cumpleaños de Villa de Leyva se desarrolla este festival que reúne talentosas agrupaciones musicales de todo el país, en especial bandas sinfónicas juveniles. Algo que se disfruta recorriendo las calles de la población o en los escenarios preparados para el evento.
El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, es una corporación civil sin ánimo de lucro creada por la Ley 99 de 1993, de carácter público pero sometida a las reglas del derecho privado, con autonomía administrativa, personería jurídica y patrimonio propio, vinculada al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible. Su función es realizar investigación científica sobre la biodiversidad en el territorio nacional continental, incluyendo investigación científica relacionada con los recursos hidrobiológicos y los recursos genéticos.
Cátedra de Villa de Leyva
[1] Para los muiscas los ríos y en particular las lagunas eran sitios sagrados, cuyas almas o espíritus acuáticos protegían a sus gentes. A las lagunas se les rendían tributos, a ellas encomendaban su suerte. Existían importantes y numerosas peregrinaciones desde lugares lejanos para realizar pagamentos por los favores recibidos de los espíritus del agua.