Un colapso de la civilización únicamente por exceso de información es muy probable, pero el fenómeno tiene implicaciones significativas. El exceso de información puede llevar a la sobrecarga cognitiva, donde las personas se sienten abrumadas por la cantidad de datos disponibles, lo que dificulta la toma de decisiones y la identificación de información confiable. Este fenómeno puede afectar negativamente la cohesión social y la capacidad de las instituciones para funcionar eficazmente.